21-4-2009.ULTIMO EPISODIO ESCRITO DE LA TORRE OSCURA(IV CAPITULO)

IV CAPITULO

¡VIVOS! ¿PERO A QUE PRECIO?


 
                                                          Un año atrás...
 
Sentado en la silla, mirando los ojos sin vida. A mi espalda solo se escucha el silencio, el tiempo pasa lento, parece ahora tan lejanas nuestras aventuras por el bosque.
Dulias yace en el suelo. Sus ojos aún muestran la incredulidad de quien acaba de ver a la muerte…
Todo se vuelve verde bosque y la brisa de la mañana acacia mi rostro. Aquel día un hombre vestido de negro se presentó en el pueblo, buscaba un lugar donde pasar la noche. El pueblo élfico receloso le proporcionó una pequeña casita para pasar la noche. Nada mas amanecer el hombre de negro partió con viento fresco. Esa misma mañana  seguimos al hombre de negro por el bosque. Era el  bosque donde nos criamos Dulias y yo.
 Es raro que dos elfos nazcan el mismo día suele decirse que estos elfos comparten el mismo destino. Crecimos juntos, Dulias y Yagüe los revoltosos, una pareja de picaros tunantes, metidos siempre en líos, cuando no robábamos  los pasteles al panadero nos divertíamos agujereando cualquier cosa a flechazo limpio.
Muy traviesos comparados con los demás niños.
 Pensábamos que no tendríamos problemas para seguir al hombre  por el bosque, nos preguntábamos quien sería, era el primer humano en mucho tiempo que se aventuraba por el bosque la curiosidad nos corroía.
Sin darnos cuenta lo habíamos seguido durante 3 días, era imposible alcanzarlo, por más que acelerásemos el paso o tomásemos atajos secretos  no había manera, siempre estaba un paso por delante. Estábamos como locos por alcanzarlo, ¿que pasaría cuando lo alcanzásemos? ¿Que le diríamos? ¿Por qué lo seguíamos?
 Algo nos empujaba a ello, una especie de ansiedad surgida de lo más hondo del alma.
 
A la cuarta mañana encontramos el campamento de la noche anterior del misterioso hombre de negro, la  hoguera  apagada estaba aun caliente, no hacia mucho que se había ido.
-Vamos, no puede estar lejos estamos a punto de alcanzarlo  –me increpó Dulias.
A primera vista parecía que el lugar había sido recogido a prisa, pero algo me decía que no era así. En el suelo encontramos un pequeño libro. Su tapa era negra con un extraño símbolo, sin poder evitarlo lo abrimos. Los caracteres nos eran desconocidos, aunque parecían caligrafía élfica.
El tiempo pasó rápido mientras embelesados intentábamos leer aquellos párrafos.
Esa sensación de intranquilidad y desasosiego que desde siempre me había acompañado desaparecía al tener el libro ante mí.
Dulias fue el primero en reaccionar, vamos creo que de momento no podemos leer el libro, quizás el misterioso hombre nos enseñe a leerlo, eso si le damos alcance, parece tener alas y no pies. 
 Los días pasaban pero nuestro esfuerzo era inútil, no conseguíamos alcanzarlo. Y lo más curioso es que durante nuestra persecución nuestros corazones competían en una carrera loca, la antigua camaradería se tornó en una lucha por llegar primero. Un recelo nacía mientras corríamos. El libro, nos obsesionaba.
Atrás quedaban los días en que corríamos felices por el bosque jugando a ser dragones,  Ando-Anca y Scatha , los dragones habían vuelto a los bosques, decíamos cuando cometíamos alguna fechoría, que lejos estaba todo aquello.
 
Nuestro viaje nos llevó fuera del bosque hasta una miserable aldea humana  ese condenado nos dio esquinazo.
Nuestros ojos dieron con  el cartel de la  taberna, “Los dos dragones”,  ambos nos miramos con una maliciosa sonrisa, cansados y hambrientos dirigimos nuestros huesos en ese antro.
 El posadero parecía salido directamente de una carnicería con su rostro lleno de cicatrices. Dos hombres más estaban sentados.
 
Podría haberlo evitado. Por qué no destrocé su cabeza antes, sabía que si no lo mataba en ese instante dulias seria pasto de gusanos. Sus ojos no cambian, miran incrédulos.
 
El posadero comenzó a alterarse nada mas vernos entrar. Ya estamos todos dijo,
La Torre Negra del sur del Harad os espera, pero solo los elegidos conseguirán llegar malditas ratas, preparaos porque ninguno de vosotros lo va a conseguir.
 
Dio un salto tras la barra y se abalanzó hacia nosotros, ese viejo parecía salido del mismo infierno, su velocidad nos impresionó a todos. Su enorme hacha trituró al primero de los hombres  que le salió al paso, su mandoble cayó cerca de mí.
Dulias a esas alturas ya tenía una flecha apuntando al gordo posadero. Tras otro instante la sangre del segundo hombre cubría mi cuerpo. Reaccioné a tempo para coger la enorme espada.
De una patada el gordo desincrustó su hacha del cuerpo del pobre hombre.
Dulias no dudó, pero aquel flechazo solo ralentizó  a esa bestia parda.
Directo a por el arquero ,el gordo menospreció mi velocidad, antes de parpadear estaba por el flanco. Era el momento, con su guardia baja era blanco fácil,  pero algo detuvo mi mano, mis ojos se encontraron con los de Dulias a tiempo para ver cómo el hacha impactaba hasta la mitad  del costado matándolo en el acto.
Mi deleite con la muerte duró menos de una fracción de segundo era el momento de esparcir los sesos del posadero por la pared.
 
Me senté para contemplar la escena dos hombres troceados en el suelo, los sesos del posadero decorando la estancia y la cara de mi “amigo” mirándome incrédulo como lo había dejado morir.
- El libro es mío. Le dijo a su hermano. Acto seguido lo abrió y pudo leer claramente la primera palabra MUERTE
Pasaron horas hasta que las palabras del gordo hicieron mella en mí, al Harad, hacia el sur, la torre negra.
Tomé  provisiones dejando caer mi mirada por la estancia, el olor a muerte se había esparcido por toda la habitación, ese dulce aroma arrancó lo que yo sabia, era mi primera sonrisa de verdad en la vida, tras un portazo me encaminé hacia lo que sería mi destino, la Torre Oscura…

 
...En la actualidad
 
Yagüe y un hombre de mordor, del cual solo se sabía que se hacia llamar Varnish y que nacido en la hostil tierra de Mordor, rodeado de guerras entre clanes;donde orientales, variags, asdriags y haradrim luchaban por la hegemonía del territorio,había sido educado por y para la batalla,era en definitiva, un salvaje con hambre de sangre.
Tanto el elfo como el Hombre de Mordor,
 iban a ser asignados a un grupo que se había quedado manco. Ellos eran los dos únicos supervidentes de su grupo de reclutas. El corazón les dio un vuelco cuando les comunicaron que iban a formar parte del grupo de Ghodberg.
A ninguno les hizo gracia estar a las órdenes de un pequeño enano. Para los dos eran seres repulsivos, asquerosos y tontos. Para más inri unos de sus compañeros era otro apestoso enano. Estaban a punto de ser presentados al grupo de tres hombres, dos numeroneanos y el apestoso enano.El sargento Ghodberg les estaba echando una bronca descomunal, al lado del sargento estaba el comandante de la torre, Lord Garzlok. Estaba en silencio, pero la mirada que dirigía a los reclutas era de verdadero odio, parecía a punto de estallar.                                     
El sargento que acompañaba a los dos nuevos reclutas de Ghodberg les hizo una señal para que esperasen, ni siquiera un sargento de la torre tenía intención de inmiscuirse en una bronca con el comandante en jefe. A primera vista este grupo llevaba bastante tiempo en la torre, los dos numeroneanos tenían la armadura de piel de demonio, en vez de la coraza pesada de recluta,  que los acreditaba como aspirantes a paladines negros. Su entrenamiento en la torre, a igual que ellos, estaba a punto de concluir. Decidió que no era el momento de intervenir y pensó que ya les presentaría mas tarde a godberg sus nuevos reclutas.
 
 
 
 
 
¡VIVOS!... ¿PERO A QUE PRECIO?

 
                  Rápidamente se había extendido el rumor entre los reclutas los tres supervivientes serian expulsados de la Torre como castigo.
  Ankalagorn, Groomch y Maskull ciertamente tenían las horas contadas y todo fue reafirmado cuando fueron llamados al patio de armas.
Bajo el semblante muy serio esperaban tanto Ghodberg como Gazlorkg, general uruk de la Torre. Los 3 sentenciados llegaron con la cabeza gacha, algo asustados y nerviosos... ¿realmente los iban a expulsar? ellos esperaban un castigo ejemplar ¿pero esto?
Ghodberg los miró con el semblante serio. Les dirigió una mirada helada. Entrecerró los ojos.
-Sois escoria-. Lo dijo de tal modo que sintieron heridos. Godberg los había insultado hasta la saciedad, apaleado. Se había ganado su respeto a base de puño de hierro. Los había moldeado a su voluntad como acero fundido. Ahora que ellos se consideraban sus hombres este les había herido en su orgullo.
 - el enemigo os supera en numero! No habéis aprendido nada, llevo un año enseñándoos tácticas de combate. La técnica del cuello de botella! En círculo, en rombo. La habitación estaba para eso! Pero en lugar de eso, salisteis a por ellos, descoordinados, como meros principiantes, habéis perdido dos compañeros, espero que sus muertes pesen en vuestra conciencia para toda vuestra vida...Hoy me habéis vuelto a decepcionar! no habéis funcionado como UNIDAD!

Gazlorkg tomó la palabra - ¿así que estos son los incompetentes?
Ghodberg respondió-
 así es, general Gazlorkg, estos son...
- muy bien...- contestó el comandante de la Torre Oscura,
se paseo de derecha a izquierda por unos instantes y de izquierda a derecha, parecia un tigre enjaulado, pero este estaba libre y en cualquier momento podía soltar un zarpazo, sin embargo se paro de momento y dijo muy tranquilamente-¿sabéis cual es nuestra superioridad sobre el ejercito de Gondor?
Todos callaron
- el numero ,nuestros hombres y orcos se reproducen como ratas sin parar...sin embargo...perdimos la guerra.¿por que?... falta de disciplina, falta de unión, no éramos UNIDAD ...pero de las derrotas se aprende.¿sabéis que diferencia nuestras "ratas paritarias"  de los soldados que formamos en esta Torre?...que funcionamos como una unidad...
queréis decirme...¡¿POR QUE COJONES SI OS HAN ENSEÑADO A TRABAJAR COMO UNIDAD Y EN EQUIPO, DOS DE VUESTROS COMPAÑEROS ESTAN AHORA MUERTOS?!

Todos miraron aun más hacia abajo sin saber que contestar...
 ¿hay algún motivo especial por los que creas que debemos salvar a estas sabandijas, de no ser expulsados de mi amada Torre, sargento Godberg? -Preguntó Gazlorkg

 Ahora si que estaban perdidos...si el motivo lo iba a dar Ghodberg,  con lo que los "apreciaba" serian expulsados irremediablemente
-Los inútiles no tienen cabida en la amada torre, Señor...-comenzó diciendo Ghodberg.- sin embargo...
¡¿Como?! ¿Los tres habían oído un sin embargo?
- Sin embargo, Mi Lord, estos hombres han trabajado duro y consiguieron salir de la cueva vivos, luego, pienso que están bien preparados, eso significa que Gobeii y yo hemos hecho un buen trabajo con ellos, creo que deberían quedarse. Si bien deberán ser castigados ejemplarmente.
-Dad las gracias a vuestro instructor, yo en mis tiempos de alumno nunca tuve uno así… bien que sugieres sargento Ghodberg...  -dijo Gazlork
-sugiero que hagan la prueba de supervivencia... en modo EXTREMO...
-De acuerdo, rellena el grupo con 2 de los nuevos y como no vengan de la prueba todos de una sola pieza yo mismo me encargare de sacaros de la torre a golpe de espada.
El general se giro sobre sus talones y se fue.
- No penséis que os he hecho un favor, si he hecho esto es para seguir viéndoos sufrir,  para mi es un deleite y una diversión, así que no penséis que se me ablandó el corazón... largaos de aquí escoria!
Los tres repitieron al unísono y con alegría - si señor!!!
Godberg agacho la cabeza para evitar que alguien lo viera sonreír...talvez el enano no era tan malo en el fondo  ¿o si?
 
El pobre diablo del enano quería mantener en su cabezota todo lo ocurrido en la torre a modo de diario.
Todas las noches después de haber calentado el coco a sus camaradas repetía mentalmente su diario. Normalmente componía el nuevo capitulo y después empezaba por el principio para rememorarlos todos.

GROOMCH: “YO NO LLORO NI NADA POR EL ESTILO”
"Querido diario,
hoy ha ocurrido algo maravilloso, el calvo RASH ha muerto, soy inmensamente feliz; me siento como una adolescente quinceañera que va a perder la virginidad; he tendió que disimular mi alegría para que Ghodberg no me regañase ni me castigase, pero hoy no  puedo dormir de la dicha que tengo dentro.
Voy a pasar a ser un veterano para cuando lleguen los novatos, pero no está en mí putear a nadie; cada uno que vaya a lo suyo.
Lo bueno de pasada, es que parece que tenemos  un cierto acercamiento entre los numenoreanos y yo; al fin y al cabo, hemos sufrido juntos los tormentos de la torre, y hemos combatido juntos, matado juntos.....hemos sangrado juntos, y eso hace surgir unos lazos internos que no SE como explicar.
 GROOMCH: La próxima vez que nos superen en número, nos quedaremos en un sitio que su ventaja no nos perjudique, ya lo dijo el enano, que no sube ni en fuerza ni nada, solo en inteligencia y presencia, hacedme caso.
Capítulo 1º………… zzzzzzz
 Incapaz de continuar el enano se quedo dormido, como siempre.
 


 La supervivencia extrema era una de las pruebas mas peligrosas que se realizaban en la Torre oscura, se solía hacer una sola vez. A veces no se hacia nunca, si encima esa prueba es impuesta como castigo, la dureza era terrible. Perdidos en el bosque, desorientados, desnudos y sin armas deberían permanecer durante 10 días en el bosque. Otro equipo realizaría también la prueba, pero claro esta, no seria en modo extremo, se les aprovisionarían posiblemente con ropas y algunas armas rudimentarias. El equipo que llegase en mejores condiciones, ganaría la prueba.
Al grupo de los tres supervivientes, Ankalagorn,Maskull y Groomch se les unieron dos nuevos reclutas. Así fueron presentados, Scatha (Yagüe) un extraño y huraño elfo del Sur y Varnish, un hombre de Mordor, mezcla entre humano y bestia, un salvaje incivilizado,como diría Ankalagorn.
Esa mañana fueron desvestidos en los lindes del bosque y con sus ojos vendados fueron puestos en mitad del bosque. Godeberg era el encargado de llevarlos al punto de inicio mientras Gobeii se encargaba del otro grupo.
 
Ghodberg comenzó a advertirles:-  Nadie sale del bosque hasta que no pasen diez días, aquel que se acerque a una zona prohibida será castigado. A los nuevos! Os preguntáis por que estáis aquí en estas condiciones?
Preguntad a vuestros compañeros más veteranos!
La cara de los dos nuevos era un poema. Desde luego no habían empezado con buen pie.
Godberh los abandonó en medio del bosque marchito.
Skatha fue el primero en romper el hielo.- menuda mierda, ese enano cabrón es famoso por sus castigos, no llevo ni un día con él y ya estoy de mierda hasta el cuello, por cierto ¿A que se debe este castigo?
-La culpa fue de Logan-, dijo el enano, -se creía invencible.
El enano se mesó la barba y tomando aire continuó
-Estábamos en una cueva. Avanzábamos despacio porque la antorcha no iluminaba del todo.
De las sombras empezaron a brotar ojos rojos. Al principio nos apretamos, escudo contra escudo. No sabíamos que nos íbamos a enfrentar. El poco tiempo de clemencia que nos concedieron sirvió para que aparecieran unos cuantos mas.
Escuchamos el claro sonido del acero al salir de la vaina. Recuerdo que rash dijo que el hombre de negro estaba amenazando en las sombras-. El enano se rió con un par de breves carcajadas, le sorprendió la ironía de sus palabras.
El caso es que nada mas decir eso una decena de orcos armados hasta los dientes salieron a la luz. El miedo que nos atenazaba se disipó. Esperábamos un enemigo terrible y aunque nos superaban en número confiamos en nuestra destreza. Logan salió de la formación.- A por ellos muchachos vamos a esparcir sus sesos por las paredes- nos dijo. En sólida formación éramos una masa de acero difícil de penetrar, pero dispersos tendríamos que confiar mucho más en nuestra destreza personal en el combate.  Ir a por ellos era un suicidio, pero no podíamos dejar que le matasen. La prioridad era salir todos, así que salimos a cubrir a Logan
Perdimos la ventaja de la entrada de la cueva y ellos rápidamente nos rodearon. Logan se enfrentó al primero que le salió al paso. Rápido y mortal descargo se espada en la cabeza del orco. La potencia del golpe incrustó su espada en el carneo, dejándola atrapada. Un orco se le vino encima a la velocidad del rayo. Logan no pudo evitar el sablazo al cuello del orco. Echando la cabeza hacia atrás en un intento por esquivar a la muerte, solo consiguió que la cimitarra segara la traquea y la yugular en vez de cortarle la cabeza. El dolor le obligó a soltar la espada, el hombre de negro acarició suavemente su cuello. En un último arrebato de ira  descargo un golpe con el canto del escudo al orco en plena cara, matándolo en el acto.
 Rash fue el siguiente en caer, con su lanza traspasó el pecho del primer orco, pero su compañero saltó sobre el variag. Este interpuso su escudo pero el golpetazo lo desequilibró haciéndole soltar su arma. Rápido desenvaino la espada pero el orco descargó un sablazo sobre su hombro, la armadura se incrustó en la carne hasta el hueso. El brazo del escudo colgaba inerte. Rash no reaccionó a tiempo. Con otro golpe cruzado incrustó su sable en el pecho de Rash cayó en el acto.
 
En menos de un minuto habían muerto dos de nosotros. Solo nos quedaba una opción, retroceder y aguantar la envestida en el pasillo. A un tiempo juntamos escudos y formamos contra los que se avecinaba. -Venid a mi -rugía yo- os voy a comer las entrañas –
Empezaron a estrellarse contra nuestros escudos en el reducido pasillo. No tardamos en pisar un charco de sangre oscura. Uno y otro caían ante nuestra fuerza. Embutidos en el túnel no eran capaces de superar nuestra capacidad de combate. Uno a uno fuimos troceándolos.
Los dioses se pusieron de nuestra parte, te lo aseguro orejas picudas. No dejaban de llegar por mas que matásemos venían mas, el cansancio amenazaba con derrotarnos.
No desfalleced hermanos -gritó Ankalagorn - es ahora cuando tenemos que demostrar que somos maquinaria de guerra.  Sus palabras nos hicieron renovar el coraje. Al terminar me di cuenta que habíamos acabado con mas de quince orcos, hubiese sido una magnifica prueba pero ese entupido de logan lo echó todo a perder. Así que ya sabes porque estas puteado por lo mismo que nosotros, por la incompetencia de otro.
 
El primer día fue de los más duros que los reclutas recordaban haber pasado en su vida y eso en La Torre era mucho decir.
Al día siguiente tras una noche terrible despertaron con la intención de poner fin a su sufrimiento, pero ¿como?
 
 En mi vida he pasado tanto frió y eso que mi casa esta en las Colinas de Hierro! Se quejó Groonch
Este día encontraron unas bayas para comer, algunas eran venenosas.
Al segundo día, además del frío algunos de ellos empezaron a sentir los síntomas de las bayas. Muertos de frío y con una gastroenteritis tremenda, los reclutas empezaron a temer por su vida. Fue ese día  cuando se toparon con un grupo de orcos, estos ocultos en las sombras del bosque descansaban en un pequeño campamento posiblemente hablando sobre que cazar y donde, cuando “los mierdas de trolls” los vieron, escondidos tras unos arbustos se mantuvieron ocultos a sus miradas, debían  decidir si luchar contra ellos con palos y piedras, una victoria significaría tener abrigos y armas de los orcos. Una sola baja podría significar la expulsión definitiva de la Torre, solo les quedaba una oportunidad y los superiores no aceptarían otro fallo.
 Atacar o morir de frío y hambre!
Groomch decidió por todos: - no se hable más! Ataquemos!!


                     
Sargento Gobeii    
 
                                       Lord Orthin
 
 
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